domingo, 4 de marzo de 2012

Segundo Encuentro de Espacios De-coloniales

 Universidad, Movimientos sociales y nuevos horizontes del Pensamiento Crítico
7 y 8 de mayo de 2012

                Al compás de la estructuración de la trama de opresión y dominación en los países de la periferia, en particular en los nuestros, los de América latina, se gestaron (y habitan en una esperanzada actualidad) los procesos de resistencia, prácticas libertarias, pensamientos en rebeldía que tensan la construcción de un horizonte que condensa espacios amplios, heterogéneos, de movimientos, organizaciones, voces que denuncian  y anuncian una nueva cosmovisión crítica y emancipatoria de las estructuras de dominación.
                La ideología neoliberal de la globalización presenta a la mundialización capitalista como una ley histórica inexorable, disocia los económico de lo político, más aún subordina lo político a lo económico.  Sin embargo, la mundialización capitalista no puede darse sin contradicciones ya que lleva en sí misma una lógica de polarización, entre centros y periferias y al interior de las periferias se despliegan las contradicciones entre los bloques dominantes y los sectores populares. Polarización que no se da al margen de los estados, sino que, por el contrario no hay sistema capitalista sin los estados capitalistas de los países centrales.
                Estas contradicciones se expresan actualmente en la etapa que estamos atravesando, en la cual los pueblos del Sur han retomado el protagonismo y la participación luego de la larga noche neoliberal, haciendo oír sus voces, sus reclamos históricos de independencia, justicia y dignidad; actuando desde las luchas comunes, organizados en movimientos sociales a lo largo y a lo ancho de todo el continente. Protagonismos de los sectores populares que han posibilitado en la última década el surgimiento de gobiernos con políticas de estado diferentes de los 90, aunque no obstante las agendas de los gobiernos, de los estados (y  los modelos de desarrollo impulsados) y de los movimientos sociales mantienen una tensión que no siempre se resuelven a favor de los reclamos de los movimientos.
                Desentrañar la estructura colonial y desmembrarla implica pensar y construir otro mundo, “desde el sur”. Como dirá Boaventura de Sousa Santos, “la Epistemología del sur no surgirá espontáneamente” y su construcción expresa  en su historia una difícil tarea. Es ineludible el esfuerzo de conocimiento recíproco entre  movimientos, organizaciones y universidad para una interpelación mutua, rigurosa y solidaria. Se trata, de “crear condiciones para un entendimiento recíproco” poder así producir otra teoría social que dialogue con los conocimientos construidos en los procesos de resistencia, y que a la vez sea capaz de interpelarlos para profundizar los procesos emancipatorios. Se tratará entonces de ejercer una ardua crítica a las formas de vinculación Universidad-Movimientos Sociales, “Vinculación” que suele expresar no sólo modalidades de relación sino una forma de comprender y reproducir las jerarquías sociales basadas en la clase, la raza, el género, las generaciones y el territorio.
                 La Universidad y los movimientos sociales deben pensarse conjuntamente para una práctica liberadora que nos empuje a cuestionar las cristalizadas políticas institucionales traducidas en la fragmentación por ej. entre extensión, formación y producción científica, disociadas éstas a su vez de las problemáticas locales, regionales y continentales. Este proceso político, académico y social requiere además de una reinvención teórica que contribuya a tensar críticamente nuestras prácticas políticas  no únicas,  no unívocas, ni monoculturales.
                Los movimientos sociales en  diálogos con terceros comprometidos construyen un discurso  crítico respecto de la globalización neoliberal rechazando la propuesta de mercantilización de las relaciones sociales (bajo nuevas formas de fetichismo de la mercancía). Cabe preguntarse, sin caer en esquematismos y asumiendo las mediaciones necesarias de la complejidades teóricas y prácticas del problema, si la Universidad contribuye a los procesos emancipatorios o si bien reproduce las formas de la alienación mercantil.
                Las diferencias entre los propios movimientos sociales son un desafío para discutir  tanto las prácticas de construcción de poder como el problema de la traducción de los distintos sentidos cuando abordan problemáticas comunes. Proceso de traducción que como ha demostrado Boaventura de Sousa Santos no son tareas teórica y práctica fáciles. Muchas veces estas diferencias no resueltas en un trabajo colectivo consolidan la fragmentación que obstaculiza avanzar en la  profundización de un horizonte común.
                Estamos realizando una  doble convocatoria a las universidades públicas y a los movimientos sociales bajo el convencimiento de la centralidad de ambos actores en el horizonte de una búsqueda de una sociedad igualitaria. Esta convocatoria  por sí misma desafía las lógicas institucionales dominantes de nuestras universidades.
                Espacios Decoloniales en la UNRC intenta desde el interior de un país del sur, (región que expresa claramente la riqueza, la opresión y la insurgencia)  re-pensar los caminos de lucha y resistencia de nuestros pueblos.  Recorrido de recupere de historias, reconocimientos de matrices culturales y epistémicas diversas, problematización de nuestros desencuentros y disputas como movimientos, organizaciones y conocimiento académico. ¿Es la Universidad  también un espacio a decolonizar?, ¿Puede hacerse esta tarea re-pensando la vinculación con los movimientos sociales como práctica política emancipadora?.  
                Es un doble desafío: pensar las universidades, sus crisis, sus limitaciones actuales para comprender un mundo social cambiante que las rodea y en el que debe estar inmersa así como articular esta problemática con los movimientos sociales de la región que, como hemos mencionado antes, cargan con sus propias dificultades.
                Hace unas décadas, en especial en la década del 60 en la universidad argentina, se podía encontrar con mucha facilidad una articulación fructífera entre una parte del pensamiento científico y el pensamiento social crítico de la posguerra. La ciencia y el pensamiento social buscaban lo mismo: un progreso económico y social que permitiera el "desarrollo", el avance de las fuerzas productivas en el lenguaje del marxismo, profundizar la educación, entre otros. Pero esta  conjunción operaba sobre un abismo: por un lado los movimientos sociales en Argentina habían sufrido un duro embate con el golpe de Estado de 1955 y por otro lado, científicos conscientes como Oscar Varsavsky tomaban nota del estado colonial hacia el que se dirigía el sistema científico. El pensamiento social crítico tendría que pasar por los movimientos rebeldes y disruptivos del ´68, ´69, 70´s para comenzar a tomar conciencia de que la sociedad toda  atravesaba un profundo cambio de época.
                Hoy, no sólo no existe una relación significativa entre universidad y movimientos sociales sino que la ciencia, o mejor dicho la “tecnociencia” (al servicio de la ganancia del capital) no puede ni pretende dialogar con los nuevos pensamientos sociales emancipadores del siglo XXI. El necesario diálogo entre ciencia, universidad y nuevos pensamientos críticos no existe.
                Convencidos de que hay otra universidad posible y otra ciencia posibles, nos proponemos desde esta institución universitaria generar espacios para que pueda acontecer un comienzo de tales diálogos. Reconocer la crisis de la modernidad y con ella el descentramiento del papel de la ciencia, el derecho y reconocer así mismo los profundos cambios en el poder, es una tarea necesaria para comenzar a pensar, como nos propone Santos, en una ecología de tiempos, escalas territoriales, de saberes, que habilite, tal cual una bisagra, la posibilidad de una relación dialógica con los sujetos que llevan las principales resistencias al capitalismo neoliberal de este siglo.
                Tanto para los paneles como para la presentación de trabajos proponemos los siguientes ejes de análisis, enmarcados éstos en la problemática general abordada en el encuentro,:
ü     América Latina y las dimensiones de la crisis internacional (económica-financiera, social, ambiental,  civilizatoria)
ü     Pensamientos sociales críticos del siglo XXI. ¿Perspectivas en construcción?: ecología política, postestructuralismo, decolonialidad, ecofeminismos, ambientalismo, ecosocialismo.
ü     La crítica al “desarrollo” y a la “colonialidad” desde los movimientos sociales
ü     ¿Ambientalistas? Revisión de una categoría problemática
ü     Los movimientos sociales: hacia una reflexión sobre las categorías emancipatorias
ü     Movimientos sociales, problemáticas del pensamiento crítico y gobiernos progresistas
ü     Fracturas del pensamiento crítico frente a la concepción hegemónica del Desarrollo.
ü     De la crítica al “Desarrollo” y la “colonialidad” a las corrientes postdesarrollistas: perspectivas y desafíos
ü     Los dilemas y límites de la democratización y del Estado, bajo el Consenso de los Commodities en América Latina

ü     Crisis de la modernidad, rol de la ciencia y la universidad y nuevos paradigmas.
ü     La Universidad pública bajo el Consenso de los Commodities: ¿un espacio a descolonizar?
ü     ¿Pensar desde la incomodidad?: los “difíciles” vínculos entre Universidad y Movimientos sociales
ü     Ecología de saberes y contribución de los movimientos sociales